Caminando por la playa , cuando de repente veo una cosa que se mueve...
Para mi que no veo tres en un burro es una piedra mas bien grandota, pero cuando me acerco, no sin dificultad porque odio caminar en la arena... bah , odio caminar... Noto que es una tortuga .
Qué raro , por aquí no suelen haber tortugas, me digo, esto es rarísimo.
Me le acerco medio con cuidado porque era bastante grande y todos saben que las tortugas grandes muerden fuerte y con mi acostumbrado sentido ecológico y conservacionista de las cosas, de una patada la pongo panza arriba...
Todos saben que una tortuga panza arriba queda totalmente indefensa.
Patalea un rato, mete y saca la cabeza, trata de girarse pero todo es en vano ...
Me siento en la arena a observar el expectáculo.
Notarán que no hay demasiado que hacer por estos lados así que salvo ir a mirar la nueva máquina automática de cortar fiambre de los chinos o a estudiar , al pedo, la tabla de mareas o ir a dar vueltas a la plaza a toda velocidad con el coche , ésto es una novedad solo superada por la vez en que mi hijo le pegó en la cabeza a un lobo marino que flotaba a pocos metros de la costa, pensando que era un amigo que , en ese momento miraba espantado desde la costa....Aclararé que en ese momento mi hijo batió los 100 m llanos sobre el agua cuando descubrió que el supuesto amigo era un lobo que abría una tremenda boca como de medio metro de diámetro.....Pero ese es otro cuento del que habló el pueblo durante meses, decían , "ahí va el tarado que le pegó al lobo".
