La ferretería de José era un lugar especial.
Básicamente normal, con una característica única hoy día. Asientos para los amigos y el mate siempre listo era un lugar obligado de reunión para un grupito selecto.
Como algunos negocios de pueblo que aún subsisten , la silla y el mate lo distinguían como un sitio que decía aquí se cultiva la amistad, si querés comprar algo , también sos bienvenido.
Lo que algunos encontraban en el bar, lo encontrábamos unos pocos en lo de José.
Era una época de poco trabajo , el necesario, y muchos intereses , de todo tipo.
Alguno asumirá. Ferretería, taller, poster de minas en bolas, charlas de hombres , guarradas a las minas que pasan, cartas.... algún vinito.....
Nada más lejos de la realidad.
Los intereses eran exclusivamente científicos, tecnológicos por llamarlos de alguna manera.
Nuevas herramientas, nuevas tecnicas , cómo está hecho esto , o aquello, o desarmemos algo para mejorarlo. o planos para una nueva máquina o hereramienta... y cada cual en el area de su conocimiento aportaba ideas o novedades.
José sabía , sin camelo , un poco de casi todo. yo algo de electrónica, un poco de mecánica, El otro Gustavo y Carlos, electrónica . Otros taían noticias de computación cuando esta era algo casi esotérico, y así pasabamos largos ratos entretenidos y aprendiendo cosas.
Quizá para las mujeres sea un deporte de alto rendimiento el ver vidrieras o pasarse las horas revolviendo trapos. Para nosotros, era lo mismo el funcionamientoi de un nuevo relay de estado sólido o una caja de reducciones múltiples.
Casi nada estaba excluido del interés de los concurrentes los que formábamos una especie de club no declarado pero existente de hecho.
Recuerdo que nos pasamos tardes enteras conversando sobre bobinado de transformadores y que de las palabras pasamos a los hechos construyendo algunos impresionantes, que aun prestan servicios como soldaduras eléctricas que no recalientan o selladores de bolsitas polietileno.
Allí conocí la diferencia entre piedras o los adhesivos de contacto o los cianoacrilatos, allí aprendí a diferenciar una herramienta china , de otra de primera calidad, Made in Germany...
Allí fue donde vi por primera vez , un transmisor de radio y una computadora , lo que despertó lo que sería una afición de por vida y luego el trabajo que pude elegir y que realicé hasta mi jubilación y el que ahora sigo como hobby.
Parece poco? Un hombre se define como su nombre y su trabajo.
Pero algo privativo del género es una tercera definición , su hobby.
El hobby es algo inexplicable para las mujeres. No conozco mujeres que junten autitos, armen aviones radiocontrolados, o dioramas con trenes a escala . Es una actividad totalmente masculina, sin fines de lucro , sin implicancias prácticas , que se hace solo por placer y esto pareciera estar vedado al sexo opuesto.
Y hay preguntas que arruinan la diversión.....
Qué lindo... para qué sirve........ cuánto cuesta?...... y en esa porquería gastaste 1000 pesos ? dónde vamos a poner este trasto ?
No se, es mío, ya veremos....
